El alabastro es una roca monomineral casi en su totalidad y con la naturaleza del yeso. Se diferencia de éste en el tamaño de sus cristales (generalmente entre 10 y 80 micras “textura alabastrina”).
-Fácilmente soluble en agua y muy poco poroso.
-dureza baja (2 en la escala de Mohs)
-baja densidad.
-Poca resistencia a la compresión, a la flexión, a la abrasión o al choque.
-Dúctil. Admite un fácil pulido y una gran diversidad de acabados y texturas en el trabajo escultórico. Puede ser trabajado con herramientas habitualmente destinadas a la madera.
-Muy translúcida y de brillo céreo y a veces vítreo. Estas características lo distinguen a simple vista del mármol. Difunde muy bien la luz en su interior, más y mejor cuanto mayor es su pureza y menor el tamaño de sus cristales.
-Impurezas: depende de la tipología puede contener más o menos cantidad de impurezas. Son arcillas, carbonatos, materia orgánica, sílice, anhidrita, etc., modifican la composición y pueden variar la densidad, la dureza de la roca y la coloración.
-Yeso alabastrino: alabastro de gran pureza, constituida sólo por mineral de yeso (sulfato clásico y moléculas de agua). Con pequeñas impurezas en cantidades inferiores al 2-3% Geológicamente, se denomina yeso alabastrino, y es el más utilizado en escultura. Otras calidades inferiores no se usan en escultura ni ornamentación. No es común encontrar estructuras homogéneas, sino que los tamaños de cristal se mezclan y abundan las impurezas.
-Venas o “aguas del alabastro” son estructuras comunes. Tienen continuidad a lo largo del bloque y están constituidas por cristales de yeso de tamaños y texturas diferentes a las del resto de la roca, pudiendo contener restos de materia orgánica, de arcillas, óxidos o sulfuros de hierro, cuarzo, calcita, dolomita, feldespatos, etc.. No sólo confieren aguas en tonalidades diferentes sino que crean zonas donde las fuerzas de unión son más débiles (dan origen a superficies irregulares), pudiendo desembocar en fracturas en caso de producirse tensiones. No todas las aguas representan discontinuidades mecánicas. Hay sistemas de venas finas que dibujan anillos concéntricos y que se generan hidratación de zonas concretas de la roca, por avances progresivos de agua del exterior al interior. Las venas en anillos concéntricos son únicas y características del alabastro.
-Para su conservación hay que tener presente su sensibilidad (a causa de sus impurezas, venas y heterogeneidad en el tamaño de sus cristales) a cambios de temperatura y humedad. Toda alteración afectará siempre a la fracción soluble del alabastro, conservándose inalterada la fracción más insoluble.
-En los procesos de restauración hay que descartar las limpiezas acuosas.
Si aumenta la temperatura por encima de 60ºC se puede producir deshidratación a nivel local, con pérdida de agua en su estructura. La exposición del alabastro al sol con humedad ambiental baja puede iniciar la deshidratación, cosa que produce pérdida de volumen (puede llegar al 60%) y cohesión, y deterioro progresivo.
-En los procesos de restauración hay que descartar las limpiezas acuosas.
Si aumenta la temperatura por encima de 60ºC se puede producir deshidratación a nivel local, con pérdida de agua en su estructura. La exposición del alabastro al sol con humedad ambiental baja puede iniciar la deshidratación, cosa que produce pérdida de volumen (puede llegar al 60%) y cohesión, y deterioro progresivo.